CUENCAS DEL ESTADO LARA
Venezuela
es un país con grandes riquezas naturales, abundantes recursos hídricos y con
una biodiversidad que nos ubica como uno de los diez países más ricos del mundo
en este aspecto. Sin embargo, a partir del momento en que se inicia la
explotación del petróleo, alrededor de la década de los años 30, comienza
también un proceso de abandono del campo y un crecimiento demográfico que
alcanzó el 4 % en 1963, todo lo cual trajo en consecuencia una ocupación
anárquica de los pocos espacios urbanos existentes para la época y una
afectación negativa de muchos recursos naturales. El estilo del desarrollo
petrolero dejó una estela de cuerpos de agua contaminados, áreas naturales y
urbanas degradadas y altos pasivos ambientales que requerirán de un esfuerzo
sostenido y cuantiosas inversiones para que puedan ser mitigados. A pesar del
efecto concreto del estilo de desarrollo seguido, a nivel legal formal se
mantuvo una actitud distinta, al decretar una política de ordenación del
territorio que buscaba revertir muchos de estos daños y de proteger las áreas
sensibles aún no deterioradas, y es por ello que hoy en día el país cuenta con
46% de su superficie protegida como Areas Bajo Régimen de Administración
Especial (ABRAE), clasificadas con fines protectores, protectores bajo usos
normados y fines productores, de acuerdo a sus características.
Por
otra parte, se ha logrado desarrollar una legislación en materia ambiental, que
si bien es perfectible, ha significado un avance y un apoyo para controlar la
acción de los desarrollos no ordenados. Es así como Venezuela, en 1977, es el
primer país en América Latina que crea una institución para el manejo y
administración de los recursos naturales renovables con rango ministerial.
El
territorio nacional está irrigado con innumerables fuentes de agua que lo
califican como país privilegiado en
recursos hídricos. Sin embargo, el patrón de crecimiento poblacional, el proceso de urbanización, la pérdida de
calidad de los cuerpos de agua, los riesgos naturales, y la deficiente gestión y
conservación del recurso, inciden en la multiplicación de los factores que
contribuyen con el deterioro de estas fuentes. Para ello es necesario adoptar
medidas concertadas que impulsen el principio de una gestión integrada de estos
recursos, que afronte situaciones como el consumo excesivo de agua, los
conflictos de uso, el deterioro de los ecosistemas acuáticos y biodiversidad conexa
y la creciente amenaza de peligros naturales. Todo esto contempla la
formulación y aplicación de políticas, planificación de proyectos y programas,
aplicación de planes de aprovechamiento sustentable, administración de los
recursos hídricos y participación de todos los actores. De esta manera se logra
una mejor utilización y calidad de los
recursos hídricos a través de la reducción de las pérdidas de los sistemas de agua, regulación de las descargas
residuales, control y aplicación de normas
sobre calidad del agua, programas de conservación de suelos y aguas,
control de la contaminación en fuentes
no puntuales y medidas de conservación del agua y el suelo, entre otras medidas.
Con
respecto al término de cuenca hidrográfica está constituida por el territorio
que delimita el curso de un rio y el
espacio donde se colecta el agua que converge hacia un mismo cauce. La Cuenca Hidrográfica, sus
recursos naturales y habitantes poseen condiciones físicas, biológicas, económicas, sociales y
culturales que les confieren
características particulares a cada una, importantes para considerarlas
como unidades de planificación. "Dios estableció las líneas del divorcio
de las aguas como limites naturales de las cuencas hídricas. Los hombres, para
sus menesteres políticos y administrativos han trazado otras, que
generalmente se entrecruzan
y no coinciden con
aquellas" (Guillermo Cano y Joaquín López, citado por A.
Dourojeanni, 2004).
En
las tres últimas décadas, los organismos involucrados en funciones de investigación y planificación de los recursos
hídricos han realizado muy pocos esfuerzos
para generar y actualizar la información existente sobre el mismo, por esta razón el diagnóstico de los recursos
hídricos del Estado Lara se presenta descontextualizado
en el tiempo y atendiendo a estudios aislados; la mayoría basado en el uso de los escasos y poco confiables
datos existentes pero analizados
mediante técnicas de simulación hidrológica.
La fuente bibliográfica más completa
se presenta en el Documento de Caracterización
Ambiental del Estado Lara, MARN, a
partir del cual se extrae gran parte de
lo expresado en este Articulo La red
hidrográfica del estado Lara es muy densa y formada en gran parte por fuentes de agua intermitentes, en
especial en el sector sur. En el Estado Lara se encuentran representadas tres
grandes vertientes del país: la del mar
Caribe, la del río Orinoco y la del lago de Maracaibo, La
mayor superficie es la del Caribe (72% de la superficie del Estado) y forman parte de ella, los ríos
Tocuyo, Matícora y Aroa, que drenan sus aguas
al norte del Estado (un 4,5% de la superficie)
a través de dos de sus afluentes,
el río Las Palmas y la quebrada Duaca, el resto 67,5% es drenada por el río Tocuyo a través del río Morere que recoge las aguas de gran parte
del occidente, el mismo río Tocuyo en su
parte alta y los ríos Urama y Tuy. La vertiente del río Orinoco ocupa el 20,7%,
está representado por los ríos Turbio, Sarare, Yacambú, Bucaral, Guanare y
Portuguesa. Los ríos Turbio y Sarare drenan el sector oriental del Estado,
mientras que el sur es drenado por los ríos Portuguesa, Guanare y Yacambú.
CUENCAS HIDROGRÁFICA ESTADO LARA
El problema del abastecimiento de agua
a los habitantes del estado Lara puede llegar a términos extremos, sobre todo
por el carácter insustituible de este liquido vital, la destrucción aunado al
deterioro de las principales cuencas hidrográficas del estado y por la actual
situación de extensión del periodo seco del año. Según argumentados estudios de
organizaciones ecologistas, como el Centro de Investigación e Información
Ecológica CINECO, desde hace varios años está alertando sobre el deterioro
acelerado de las fuentes de agua que operan desde los más importantes sistemas
hidrográficos en un estado como Lara, con más de 60 % de su territorio en
semi-aridez. Esto incluye la cuenca alta del río Turbio en la cual se destacan
las sub-cuencas del río Claro y la del Tumaque y por supuesto la más importante
en el estado: la cuenca alta del río Tocuyo.
La cuenca más pequeña, la del Lago
de Maracaibo drena el 7,3% del área del
Estado, perteneciendo a ella los ríos Motatán y Misoa y drena una pequeña parte
del sector occidental del país. Estas
vertientes se presentan diferenciadas en las siguientes cuencas: cuenca alta y
media del río Tocuyo, cuenca del río Morere, cuenca del río Turbio, cuenca del
río Sarare y cuenca del río Acarigua, las cuales vuelcan sus aguas en cada uno
de los espacios naturales.
En cada una de las cuencas más importantes del Estado Lara, se presenta una breve reseña de las características de los recursos hidráulicos. Cuenca Alta del Río Tocuyo esta cuenca está definida por el sistema hidrográfico que tiene sus nacientes en el Páramo de Cendé, en los límites entre los estados Lara y Trujillo y termina en la población de Río Tocuyo. La disponibilidad superficial promedio o anual de esta cuenca, es de 410 x 10 M3
En la cuenca Alta del río Tocuyo se
encuentran los embalses más importantes
del Estado: Dos Cerritos y Atarigua. El primero de ellos abastece al núcleo
urbano Barquisimeto – Cabudare, de vertiginoso
crecimiento en los años recientes y el segundo es de uso básicamente agrícola.
El rendimiento seguro del embalse Dos Cerritos, es de 6,5 m3/s. y el de
Atarigua de 4,0 m3/s., para 96% de seguridad en el primero y 80% en el segundo.
En
cuanto a las disponibilidades subterráneas, existen dos acuíferos importantes
en la cuenca. El primero es el acuífero del Valle de El Tocuyo, aguas abajo de
la presa, con estudios hidrogeológicos que estiman su recarga anual en 15 x, 10M3 lo que equivale a 0,47 m3/s. El otro acuífero relevante es el Valle de
Quibor, que tiene su origen en el
relleno fluvio-lacustre del Cuaternario y está constituido por lentes de grava
y arena con intercalaciones de estratos arcillosos. Este acuífero ha venido sosteniendo la
actividad agrícola en dicha área y su explotación data de finales de la década del cincuenta, con poco control
por parte del Estado, lo que ha propiciado efectos negativos en términos
cuantitativos y cualitativos.
El acuífero del valle de Quibor ha
sido objeto de numerosos estudios, entre los cuales destaca el realizado por el
CIDIAT (2000). Según este estudio, la cuenca
del acuífero del valle de Quibor ocupa un área de 973 Km2. El mismo presenta
tres zonas diferenciadas en cuanto a la producción total de agua y espesor
saturado, que ameritan diferentes formas de manejo y control, destacándose la
zona central porque en ella se encuentran los mayores espesores de aluvión, se
han perforado la mayor parte de los
pozos. Este sector central presenta un
comportamiento homogéneo en la calidad del agua y en los parámetros
hidrogeológicos, que sirve de comparación de la evolución del comportamiento de
la salinidad y como zona de referencia para definir los niveles y los
parámetros para el aprovechamiento del agua subterránea en el valle de
Quibor.
Entre la problematica que afecta a
esta cuenca se obtiene de varias fuentes la siguiente informacion: El uso inadecuado de las tierras es uno de
los problemas que aqueja a esta cuenca, en vista de que los sedimentos son
arrastrados hacia el río, reduciendo la vida útil de los embalses Dos Cerritos
y Atarigua , ubicados en el Estado Lara. Teniendo estos embalses una vida útil
de 100 años, pero con el proceso de degradación de la cuenca y del río su
utilidad se está reduciendo a 40 años. Por
esta razón se creó la Comisión Inter-institucional de la Hoya de Río Tocuyo
para evitar que esta cuenca se siga deteriorando, mejorar sus condiciones,
lograr la recuperación de su caudal y establecer medidas que impidan el
deterioro de la cuenca alta de La Hoya.
La Hoya del río Tocuyo es el
ecosistema hidrográfico más importante y más antiguamente poblado de la Región
Centro Occidental de Venezuela, toda vez que, al tratarse de un río alóctono que
transporta aguas desde ambientes húmedos hacia ambientes secos de las aguas
captadas en las vertientes altas del sur, de substrato edafogeológico permeable
y carácter excedentario, las traslada desde allí, para abastecer los
territorios deficitarios en humedad de las vertientes semiáridas de mitad norte
del estado Lara y parte del estado Falcón.
Estas aguas han sido aprovechadas
por los habitantes que pueblan su ámbito desde hace varias centurias; durante
las últimas cinco décadas se ha incorporado la población extra-hoya de la
ciudad de Barquisimeto. Este sistema social, que ha ocupado esta hoya, usado
sus aguas y aprovechado todos los recursos existentes en ella, se ha preocupado
poco por mantener su calidad, asegurar la permanencia y regularidad de las
aguas del río eje ni de sus tributarios; muy por el contrario, ha venido
agrediendo las vertientes, removiendo su cobertura protectora, labrando sus
suelos para usos agrícolas y pastoreo en amplias extensiones de terreno,
promoviendo graves procesos erosivos que no solamente empobrecen los suelos,
sino que los sedimentos acarreados han disminuido la capacidad de los lechos
para el drenaje, lo que se manifiesta en crisis de desbordamiento, inundaciones
en las tierras bajas y el enturbiamiento de las aguas adyacentes a su
desembocadura en las costas del Mar Caribe. Esto ha venido ocurriendo a lo largo
de la última centuria, agravándose progresivamente hasta la actualidad, cuando
la situación se ha hecho grave, con tendencia a lo crítico.
En Venezuela, a pesar de que el país
cuenta con una serie de instrumentos legales para enfrentar situaciones como las
que se plantean, las autoridades nacionales, regionales y locales carecen de
políticas para aplicarlas y la Sociedad Civil de iniciativas para exigirlas,
razón por la cual el deterioro de esta hoya se hace cada vez más evidente. En
virtud de esta situación, la Universidad Yacambú, en su carácter de institución
ambientalista decidió auspiciar un estudio de la situación, incluido dentro de
la Línea de Investigación en Ecosistemas Hidrográficos, con el objeto de
recabar el acervo informativo necesario, como base para la proposición de
políticas, medidas y acciones conducentes a la recuperación de la calidad
ambiental de esta hoya. La iniciativa de la Universidad Yacambu coincidió con
el interés de una serie de instituciones públicas y privadas interesadas en el
mismo tema, con las cuales, de común acuerdo, se decidió la organización de la
Comisión Interinstitucional para la Conservación de la Hoya del Río Tocuyo
(CICHRT), con el objeto de unir esfuerzos para el levantamiento, análisis e
interpretación de la información necesaria para la proposición de medidas para
el manejo integral de esta unidad hidrográfica. Este universo adolece en la
actualidad de graves problemas ambientales que afectan la mayor parte de su
ámbito, una de cuyas más evidentes manifestaciones es el hecho de que, si bien el
monto de las lluvias, representativas de la etapa hidroatmosférica del
hidrociclo de la hoya se ha mantenido, no ha ocurrido así con la regularidad del
escurrimiento que, durante el pasado mediato,el río eje mantenía una relación
de cambios estacionales de volumen estimada de tres (lluvias) a uno (sequía) de
aguas prístinas; hoy tal relación es de más de cien a uno, con una altísima
carga de contaminantes sólidos y líquidos, lavados por el escurrimiento en las
cuencas altas, lo que se traduce en desbordamientos en las tierras bajas,
afectando incluso a los litorales y al mar, con todas las consecuencias que de
ello se derivan, en todos los quince municipios ribereños que conforman los
gobiernos locales con jurisdicción en su territorio. Esta investigación parte
de varias hipótesis a dilucidar; la primera de ellas es que la ingente carga de
contaminantes que el río eje (Tocuyo) recibe y transporta a todo lo largo de su
curso, provenientes del proceso erosivo ocurrente en las tierras altas, como
consecuencia del efecto convergente de la remoción de la cubierta vegetal
protectora, la exposición y labrado del suelo superficial, todo ello causado
por el avance de la frontera agrícola, principalmente para la instalación de
cultivos hortícolas y pasturas, lo que se agrava con el uso de agrovenenos y
otros químicos, aparte de los efectos de la minería y la expansión de las áreas
pobladas, de todo lo cual hay evidencias notables, aunque no del todo
evaluadas.
Con
respecto a la Cuenca del Río Morere Esta cuenca tiene una superficie de 5.000
km2, siendo sus cursos principales los
ríos Bucare, Quediches, Camoruco, Placer, Ermitaño y Diquiva. El rendimiento medio anual de esta cuenca, hasta la estación de aforo de
Puente Bolívar en Carora, es de 259,1 x10M3 En cuanto al recurso subterráneo, existen
estimaciones de los almacenamientos en
los acuíferos del valle Sicarigua-Bucares, 94 x 10M3y para el valle de
Quediches, Ermitaño y Diquiva, 60 x10M3
Cuenca
Media del Río Tocuyo. está comprendida desde la población del Río Tocuyo hasta
la confluencia del río del mismo nombre, con el río Urama o Tuy. El principal centro
poblado es Siquisique, ubicado en el Municipio Urdaneta. En cuanto a los
recursos de aguas subterráneas no existen estimaciones confiables de su
potencial, aun cuando, dadas las características geológicas de la zona, deben
existir volúmenes apreciables del mismo. Sin embargo, su calidad debe estar
algo desmejorada para riego, debido al contenido de sales de calcio y magnesio
derivadas de la presencia de calizas en el área.
Por
otro lado se encuentra la Cuenca del Río Turbio esta cuenca representa la
zona transicional, desde el punto de
vista climático, entre la zona semiárida
y la zona sub-húmeda. Presenta un desarrollo
agrícola en base al cultivo de la caña de azúcar. El acuífero del Valle del
Turbio está constituido por un relleno aluvial reciente compuesto de cantos
rodados, arenas, limos y arcillas, mezcladas en capas gruesas a finas, formando
también lentes y masas irregulares con rápidas variaciones laterales y
verticales. El material aluvial fino
constituye la mayor parte de los sedimentos en el centro del valle. La profundidad de la roca en esta región
oscila entre los 150 y 250 metros.
Esta
primera etapa del estudio contempla la
actualización del inventario de pozos para el área definida por la Intercomunal
Barquisimeto-Cabudare y la estación de aforo río Turbio en Cabimba. Las variables medidas son: la conductividad
eléctrica en 26 pozos, mediciones de nivel estático en 7 pozos, nivel dinámico
en 8 pozos y caudal en 18 pozos.
En
esta cuenca se ubica la mayor concentración poblacional del Estado, por lo cual
se genera una competencia por el uso del agua entre las actividades urbano-industriales
y los agrícolas. Es importante destacar que cerca del 75% del consumo urbano industrial
de la cuenca, proviene del embalse Dos Cerritos ubicado en la vecina cuenca del
Río Tocuyo. El uso de las fuentes propias de la cuenca del Turbio es
principalmente de tipo agrícola, tanto en fuentes superficiales (Ríos Turbio y
Claro) como en los acuíferos subterráneos del valle del Turbio. La
competencia con el uso urbano se da principalmente por las aguas subterráneas
ya que el complemento del sistema Dos Cerritos para abastecimiento urbano es a
través de pozos profundos ubicados en el valle del Turbio.
Por
otro lado nos encontramos con la Cuenca del Río Acarigua drena en dirección sur-este hacia los llanos
de Portuguesa. En el Estado Lara está representado por las subcuencas de los
ríos Yacambú y Bucaral. El Río Yacambú nace en el Municipio Andrés
Eloy Blanco del Estado Lara. Para esta cuenca se ha estimado un rendimiento promedio
anual de 302 x10m3 ; equivalente a 9,57 m3/s. El río Bucaral hasta
el sitio conocido como Dos Bocas, presenta un rendimiento de 859 x 10m3, equivalente a 27,24 m3/s. Sobre
el río Yacambú se encuentra actualmente en construcción el embalse del mismo
nombre, cuyos objetivos son el riego y el abastecimiento urbano. El proyecto
Yacambú – Quibor consta de cuatro grandes obras de infraestructura hidráulica:
embalse, trasvase, riego y abastecimientohumano. Con las
aguas del embalse se regarán aproximadamente 18.000 ha. Y se destinarán
para abastecimiento urbano 3.000 lps. El
agua se transvasaría hasta la depresión de Quibor, a través de un túnel de 24
km. de longitud. A unos 1300 m al sur de la confluencia de los ríos Yacambú y
Bucaral o Amarillo, para formar el río Acarigua, se encuentra el sitio Dos
Bocas. El aprovechamiento en ese sitio
del río Acarigua, mediante una presa y sus obras conexas, permitiría la formación
de un embalse de unos 70 millones de metros cúbicos, con un área de 1400 hectáreas,
para la regulación de un caudal medio anual del orden de 14 m3/s, para usos de abastecimiento urbano de
Barquisimeto y riego. Adicionalmente, el
embalse servirá para regular crecidas del río Acarigua y controlar las inundaciones
aguas abajo del mismo.
En la actualidad el proyecto
Yacambú-Quibor presenta un atraso en su ejecución de varios años y atraviesa
problemas presupuestarios que crean un clima de inseguridad sobre la fecha de
culminación de la obra, lo que ha traído como consecuencia la evaluación
de otras alternativas, tanto para uso urbano
como de riego, como son la presa Dos Bocas sobre el río Botucal, pequeños
aprovechamientos en el valle de Quibor y otros sitios de presa en la cuenca del
Río Turbio. A la fecha, el avance del proyecto de obra presa Dos
Bocas se refiere a: la construcción y mantenimiento de una carretera de acceso
de aproximadamente 13 Km. de longitud, siguiendo un trazado paralelo al cauce
del río Acarigua, entre la población de Camburito y el sitio de presa, la
construcción de las ataguías de protección en los portales de entrada y de
salida del túnel de desvío, la excavación y estabilización de los portales de
entrada y salida del túnel de desvío y la excavación y revestimiento de un
túnel de 869 m de largo cada uno, con sección en herradura de diámetro medio de excavación 11,2 m, colocación de
soporte temporal y revestimiento final con concreto vaciado en sitio.
Resaltando las características
relevantes a los recursos hídricos del Estado Lara se puede apreciar que son
más abundantes en el sur y suroeste del Estado, representados en la cuenca alta
del río Tocuyo, el río Morere, el río Portuguesa y el río Sarare.
- La
cuenca alta del río Tocuyo es la que presenta
el volumen aprovechable más alto en el Estado. Los principales acuíferos se
localizan hacia el sur y este del Estado en condiciones de sobreexplotación a
excepción del acuífero del valle del río Tocuyo.
- Los
acuíferos insuficientemente evaluados, constituyen una primordial fuente de
abastecimiento, más por su localización
estratégica que por el volumen almacenado de agua.
-
Existe disponibilidad superficial regulada mediante presas en las cuencas: Alta
del río Tocuyo (presas Dos Cerritos y
Atarigua) y río Morere (Quediches, Puricaure, Ermitaño y Papelón).
- En
la cuenca del río Portuguesa está concluida la construcción de la presa sobre
el río Yacambú. La presa Dos Bocas,
sobre el río Bucaral está en ejecución
las obras preliminares: vialidad de acceso y túnel de desvío
-
Las obras de regulación construida y en construcción tienen como propósito
fundamental, el riego y abastecimiento
urbano y en última instancia, el control de inundaciones.
-
Existen un conjunto de sitios sujetos a aprovechamiento para los fines de riego
y abastecimiento humano que no han sido suficientemente evaluados.
Escasez de agua en el estado Lara parece no tener Solucion
Los venezolanos, especialmente los
larenses, han comprobado que en periodo de elecciones abundan las propuestas
para solventar las problemáticas de las comunidades, jugando con la esperanza
de los más necesitados, pero después de ser elegidos la realidad continúa. El
estado Lara está envuelto en dos situaciones contrastantes que hacen que los
recursos hídricos sean manejados de forma muy cuidadosa para poder garantizar
el servicio de agua a todos los habitantes. La entidad presenta una escasez de
agua relativa, producto de la semi aridez a la que está sometida, alrededor del
40%, pero a su vez presenta una alta producción de agua hacia el sur y el
oeste, donde nace el río Tocuyo, principal abastecedor. Con el objetivo de
aprovechar este recurso y lograr una buena distribución se encuentran los
embalses Dos cerritos, Atarigua, Los Quediches, El Ermitaño, El Zamuro, Papelón
Puricaure y Yacambú, actualmente en construcción.
Lara cuenta con ocho plantas de
tratamiento, la Rafael Enerio Tovar, Ciudad Tocuyo y las Unidades
Potabilizadoras Autónomas en Moran. La planta Sanare en Andrés Eloy Blanco. En
Torres están la de Atarigua y la planta Carora, y El Manzano y Ciudad de
Barquisimeto en el municipio Iribarren.
Se
podría pensar que en la entidad no se registra escasez de agua, pero no es así,
esta se une a las tantas problemáticas con las que conviven habitantes del
estado Lara, situación que no se ve únicamente en los sectores más lejanos y
abandonados por gobernantes, ahora también la padecen ciudadanos de todos los
sectores.
Parece
normal ver o escuchar anuncios acerca de la suspensión del servicio de agua por
horas, incluso días, en la mayoría de las oportunidades debido a reparaciones
que se deben realizar en tuberías y demás áreas. Para los especialistas esto se
debe a la falta de inversión, consideran que se puede lograr la prevención a
través de los trabajos a tiempo y con personal capacitado.
Cansados
de esperar, los habitantes ya no temen trancar avenidas y principales vías de
la ciudad como medida de protesta ante la necesidad del servicio.
El
municipio Iribarren cuenta con la distribución de la represa Dos Cerritos, una
de las principales fuentes de agua para la localidad, que suministra 3 mil 300
litros por segundo, cantidad que hoy en día es insuficiente por el crecimiento
de la población. Hay sectores donde llega el agua por tuberías uno o dos días a
la semana, pero donde la gente se siente privilegiada, comparándose con
aquellos que nunca han visto salir el vital líquido por los grifos y solventan
el problema con camiones cisternas. Iribarren también se surte de pozos, entre
esos el del bosque Macuto, que fue perforado entre 2008 y 2009, sin embargo
esto parece no ser suficiente ante tantos sectores que claman por el servicio.
Hoy
en día es necesario potabilizar el agua antes de consumirla, como parte de esta
potabilización se incluye normalmente un tratamiento de desinfección. Este
proceso se realiza actualmente de varias maneras: ultrasonido, radiaciones,
calor, oxidantes químicos, destacando entre todos ellos la cloración. En el
estado Lara han denunciado que actualmente existen fallas en el suministro de
cloro residual para los acueductos rurales. La principal causa es la falta de
recursos para adquirirlos y la aprobación de divisas. Aunque este tipo de cloro
puede ser creado en el país. Según la Organización Mundial del Consumidor, el
agua subterránea que se obtiene de pozos poco profundos sigue siendo la fuente
principal de abastecimiento para millones de personas en pequeñas comunidades.
Un número de encuestas ha revelado que frecuentemente los pozos excavados se
contaminan. Las fuentes de agua superficial, tales como los estanques de
aldeas, canales y ríos, por lo general también están contaminadas. Ya que no es
ni factible ni siempre necesario establecer un tratamiento completo del agua de
estas fuentes, por lo menos se debe proveer una desinfección adecuada para
proteger la salud pública. El principal riesgo que se corre al no realizar la
cloración es que los habitantes contraigan enfermedades estomacales, de piel y
viral.
Según
el estudio, Comisión del Plan Nacional de Aprovechamiento de los Recursos
Hidráulicos las zonas hidrográficas son áreas cuya delimitación se basa en
estudios político-administrativo, en la influencia de los centros urbanos, en
las características demográficas y socioeconómicas de la población, en las
características de los suelos, clima, geología y fundamentalmente a las
condiciones hidrográficas, donde la cuenca o conjunto de ellas son la unidad
espacial que facilita la planificación y aprovechamiento de los recursos
hídricos como insumo para la ordenación del territorio. En el municipio
Iribarren se han identificado 5 zonas hidrográficas, cuyas aguas convergen a la
cuenca del Orinoco. Para el municipio Iribarren tanto la zona hidrográfica Alto
Turbio como Medio Tocuyo, tienen una importancia estratégica para la ordenación
del territorio seco, ya que irrigan un amplio territorio y beneficia gran parte
de la población.
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Material Organizado y
Compilado por: Carrero Lisbeth y Gutierrez Carlos
Maestría en Educación:
Enseñanza de la Biología
Curso: Biología y Sociedad
por la Dra. Yvonne Mendoza
UPEL-IPB Barquisimeto,
Estado Lara.